Away we go






Como en el cuento de Navidad de Dickens esta pareja se pasea por la vida de otras para saber en que no quieren convertirse.

Como dos fantasmas viajan por varios escenarios en busca de un paisaje adecuado para sus cuerpos.

Aunque estén perdidos saben lo que no quieren y además son dos: uno puede apoyarse o empujarle el culo al otro cuando este desfallece.

Hasta que llegan a Montreal es una comedia que no hace reír y una sarta de personajes secundarios que uno no puede creerse.
¿El momento del cochecito rojo y ¨escucha tu corazón¨ no es de vergüenza ajena?

Desde Montreal todo mejora enormemente, los secundarios y la película. Tanto es así que parece enmendarse la cosa y acabar con el regusto de haber visto algo bueno gracias a las últimas cuatro o cinco secuencias.

Con el mar de fondo este hogar es imbatible.
Un matrimonio es un compromiso hacía un mismo norte, y estos se casan sin saberlo una noche encima de una cama elástica.

La peli cuenta aquello que el espectador quiere que le cuenten. Protagonistas con alma de pan y buen corazón.
A mi la peli me ha resbalado, me ha parecido una pelicula independiente ¨de diseño¨. Hasta Montreal no me gustaba nada y con la candidez de la parte final no he podido conectar del todo por que tanto resorte emocional seguido me hacia recordar una habitación llena de ratoneras que quieren capturarte la emoción justo antes de que la peli acabe.
Sin embargo el producto esta hecho para gustar y lo mas seguro es que os guste. Sobre todo si tenéis algo que ver con algo de lo que se cuenta aquí.


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