Tan solo por el personaje de este vecino ya valdría la pena ver la película, pero es que ademas el film consigue cautivar y entretener a cualquier tipo de espectador sin renunciar a una realización propia de cine de autor sin concesiones.
Uno de los dos hombres es íntegro, a pesar de las apariencias y uno de los dos hombres no lo es, a pesar de las apariencias.
Entre medias, la casa, que es un continente en si misma, asiste impasible a este juego.
Una película sumamente interesante que entre otras cosas habla de las sombras que se ocultan y las sombras que se airean.
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