Two lovers




El fracaso de regresar a la primera cueva después de haber intentado formar la propia pero no. Que te traten como a un niño hace que te quedes niño.

Y empezar dos historias a la vez perturba a la vez que excita.


Para jugar a ser hombre se deben superar las pruebas.

Y si nadie nos las puso habremos de inventar, con la torpeza y el vértigo del niño que inventa los propios juegos.


A tientas uno sigue sus deseos e intenta casarlos con el mundo físico.


A veces las bocas de los tenores son grutas que conducen a nuevos mundos.

Extraños, en principio, desconcertantes e inquietos, y oscuros.

Pero reservados para los hombres que ganan el dinero para reservar sus butacas.


Las cosas son lo que son. Y mas cuando no pueden ser de otro modo.

Esto es una fábula con o sin moraleja y ademas no necesariamente es un fábula. Esa desnudez en lo que cuenta y esa depuración de estilo en la manera de contar me produce gran admiración.

Personalmente ahora estoy cansado de las lecciones y simplemente el mirar sin caballos que estiren para uno u otro lado es un ejercicio de respiración.


De esta película se podría hablar mucho pero mejor es verla.




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