Gerry

En cierta manera los arbustos confunden mas que la planicie.

Caminamos por el desierto para despertar el cuerpo.

Dos personas y un trozo del mundo.


El Gus Van Sant es un especimen interesante que se reinventa según lo que cuenta, como debe ser.



Los dos amigos andan por la naturaleza, por lo real, pero al principio hablan de apariencias mentales, de lo virtual. Hay una desconexión. Un escenario en el que uno no acaba de integrarse, como quien va por el mar hablado de todo un poco y de repente se da cuenta que no hay mapas ni brújula.



Se van al desierto para descansar de la virtualidad, pero se la llevan detrás.



Para que la mente sobreviva en el plano físico primero debemos cuidar el cuerpo.



La normalidad es un artificio, una media insana que sólo debería existir en televisión, por que es su marco ideal: el reino de la apariencia.


Los espacios amplios ensanchan la mirada y acallan la mente.

Sentarse en el desierto ya es meditar.


El mundo es grande y el hombre pequeño.

El mundo y sus leyes, el hombre y su pequeña mente


La naturaleza no es un parque temático para niños.

No entiende de dimes y diretes.


La paciencia es necesaria cuando uno se enfrenta a ella. La paciencia y el rigor.



Gerry es un ejercicio de estilo contemplativo, una película entre ¨experimental¨ y ¨de vacaciones¨



A mi Last Days no me gusta nada.

Elephant y Paranoid Park me gustan mucho, tanto es así que las recomiendo a todo tipo de publico, aún teniendo en cuenta su carácter experimental.



Y en esta mirada sobre el tiempo y el desierto que nos ocupa es indudable la belleza de la desolación y la elasticidad del tiempo, a mi como juego me parece interesante, pero solo lo justo, es árida y cuesta de ver, no me gusta ni la cuarta parte que las otras dos pelis.


Me parece que aquí las dosis de conciencia son confusas y difusas y las dosis de belleza las justas, así que uno se puede llegar a aburrir mucho atravesando este desierto, así que advertidos estáis.




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