Kriegerin (La guerrera)

Un guerrero no conoce el dolor, porque la mente lo sobrepone.
Un guerrero es una mente que rige un cuerpo. Y  el corazón en un cesto.

No hay que tocar a quien se quiere, tan solo a quien se desea.
No dar cariño al caído, ni hablar con el diferente.

El sexo es el segundo nivel adrenalítico después de la violencia, tan solo carnes rozando.

Hasta los veintiuno el campo es el mar, el terreno emocional, y el trabajo encontrar los propios limites pulsándolos con el entorno.

El mesias alemán vino con mano de fuego a barrer al diferente.

Viniste a buscar la guerra, y ya la llevabas dentro.
La guerra siempre esta dentro. Uno esta en paz con el mundo o está en guerra con él mismo.

Y la envoltura del humano cuando es esclava del ego trepa con prepotencia y defiende con violencia equivalente a su miedo y al propio vacío interno al otro lado del espejo.  Y el ego tiene mil caras. Y todos sus ojos ciegos.

El guerrero es de las bestias, porque su amo es trance psicópata del que mira desde el faro y no baja a ras personas.

Y qué perdidos algunos,  sin ningún referente limpio.
La carta quince del tarot, con vínculos al bajo astral.

El lenguaje del tortazo, la pérdida, la incertidumbre, el mazo, el odio, el rencor.
Todo se pierde en segundos, nada firme sostenía, era tan solo ilusión.

Una película sobre el miedo , la ceguera , la autoesclavitud , que es una de las mas perversas, la soledad, la necesidad de pertenencia, y todos los fantasmas huraños que los otros, meramente por existir,  nos escupen poliédricamente como demonios de nosotros mismos.

Tapar, tapar y tapar, como una alfombra bajo la que no cabe mas mierda pero hay que seguir llenando. 
Porque si no tendríamos que mirarnos, y eso resulta imposible. Porque el trabajo es inmenso y siempre lo fuimos dejando.

Si relacionas libertad con nazismo es que la fantasía es tu reino. O que alguien de otra generacion esparció el veneno a su prole.

La bofetada acompaña al instinto y sustituye al:  “¿que te pasa?”

Y si te abrazo es con un bate de beisbol en las manos, porque soy una guerrera.

Y te tatuas para inscribirte en el mundo, solo percibes la carne.

Y también me ha pasado a mi el entrar en casa vieja con un clavo por delante.
Ella con todo perdido y él sin nada que perder.

Ella transtoca su belleza con su ideario, pero cuando esta en calma es muy guapa.

Una película entretenida, que plantea importantes vacios.

Infectada por una idea, si te vacunas perderás el amparo del resto de los infectados.
Y no se podrá matizar porque cualquier cuestionamiento hace temblar la estructura si esta es débil y vacía.

En definitiva una película correcta, bien llevada y sobre todo bien filmada.
Rodada como un niño, un robot y un demonio rodarían, es decir, como se debe rodar.






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