Control

“El pasado es ahora parte de mi futuro. El presente se me ha ido de las manos”
Cuando uno dice esto es que no se está enterando de nada.
La confusión de Ian y la aparente voluntad por sentirse un buen chico generan constantes luchas internas, si a esto le sumamos que carece de un plan, queda preso del factotum.
Su médico le dice: “Es un método de ensayo y error, hasta que el fármaco correcto o la combinación correcta de fármacos aparezca.” , con todo eso uno no tiene a que agarrarse.

Hay dos maneras de perder el control: Una cuando uno esta en éxtasis, en conexión divina, cuando uno esta unido santateresamente con Dios o tan inmerso en el trabajo que hace que la actividad resulta la extensión del propio ser. Ejemplo: Cantante cantando, dejándose atravesar por la música en el escenario (y en este caso, de paso, bailando un San Vito)
Otra manera es cuando la inconsciencia nos desborda y nos esconde las riendas y perdemos por completo el gusto de ir a caballo porque dirigirlo con seguridad y firmeza era lo que nos hacia sentir bien. Ejemplo: Epiléptico en acción.

No hay mas personaje que Ian, los demás son comparsas de su farsa.
Ninguno, ni siquiera su mujer, tienen una entidad mas allá de su condición de entes físico-energéticos. Ian vive en su mundo, dentro de él y la comunicación afuera es poco frecuente y aún menos profunda. Como niño de veinte años huye de las situaciones o lugares donde no quiere estar. Y presta atención, ahora sí, ahora no, a la gente según su interés o motivación. Un poco como hacemos todos casi siempre o al menos bastantes veces.

La peli habla de un chico metido en su mundo, de un artista con energías fuertes pero sin fuerza para jugar con ellas, para ser coherente con su condición de “ser” diferente.
Picasso chupaba la energía de sus mujeres y luego las soltaba. El chico este siente que un amor acaba y otro empieza pero no quiere renunciar al primero aunque aparentemente ya solo quede el esqueleto y un bebé.
Teme perder el control, incluso perderlo “para bien”, es decir: extasiarse en conexión a la vida. Y entonces, en esa lucha interna, es cuando realmente pierde control.

La película esta hecha por un fotógrafo y esto se nota, para mi gusto, demasiado.
Por un lado es cierto que da gusto ver una fotografía bien cuidada, una planificación estudiada, estética y mas que correcta, y también es de agradecer algunos momentos en que el realizador opta por maneras mas sutiles e inteligentes de contar las cosas que las que nos tiene acostumbrados el cine de masas.
Sin embargo, para mi gusto, a la peli le falta perder el control (para bien) algunas veces.
La frescura y la locura de Ian moviendose en el escenario no se traduce en cierta frescura que tiene parte del cine de Winterbottom o de Won Kar Wai y que aquí se hecha de menos para hacer mas vivo el retrato de este dead-man-walking.
Otra pega es que el tema de la peli se explica demasiado en voz en off perdiendo la fuerza inmensa que tienen las cosas no dichas.
La primera parte de la peli es bastante cansada y la narración convencional choca un poco con los principios de la banda buscándose la vida, mas avanzada la peli lo que se cuenta y como se cuenta esta en mucha mayor conexión y la peli gana.
Además también da gusto ver en la pantalla al personaje de Annik, que es muy guapa y felina y protagoniza algunos de los planos mas hermosos de la peli.
En resumen: una peli muy correcta que a muchos aburrirá y a otros bastantes gustará bastante.

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