Elogio a la distancia

La distancia es tiempo para pensar.

A mi esta película me ha transtocado el chiringuito.

Es idónea para que extraterrestres sin ninguna noción de lenguaje cinematográfico la pudieran ver para conocer algo de las aldeas de Galicia.


Esta película es como un párrafo del Tao te King.

Fuera de todo juicio y sin posibilidad de traducir a palabras su destilada, hermosa y sutil esencia.


Lo increíble es que esta hecha con una cámara de video a la que yo mismo puedo tener acceso. Acojona ver que uno tiene los medios para hacer cine de verdad con cámara propia y casi sin gastarse un duro.

El talento, como el amor verdadero, ni se compra ni se vende. Pero la máquina, el lápiz, la herramienta para intentar pescar trozos de vida con cierto sabor esta ya disponible para todo el que de verdad se lo proponga.

Así las cosas la pregunta es obvia. Si a uno le apetece intentar pescar... ¿Que hace leyendo libros de pesca primero y analizando capturas marítimas de otros después…?

¿Se trata de miedo, desgana, dejadez, apatía, pereza, desmotivación, sequedad mental, falta consciente de talento…?

En principio las narraciones auténticas deberían surgir por necesidad así que si no surgen es porque uno no lo necesita y no tocaría forzar la máquina.

Por otro lado si uno es menos infeliz filmando que no…Entonces ¿por que no filmar?

Y no tener nada que decir tampoco es excusa. Ocho y medio iba de alguien que no tenia nada que decir y precisamente eso es lo que contaba. Y a que nivel…


Elogio a la distancia me ha gustado mucho.

Quizás necesite callarme y alejarme para encontrar esa necesidad.


La distancia es tiempo para pensar.


Aunque en el fondo sepa que pensar es un atraso.

Los niños y los ancianos sabios no piensan.



Para mi ha sido muy difícil empezar a aprender a no pensar.

Escribir 7Masacriticas me ha ayudado.

Las vivencias complicadas de los últimos meses también.


Pero no es momento de celebrar y vanagloriarse de nada.

Estoy a muy poco por ciento de este aprendizaje.

Y el camino continua escarpado y quizás lo peor no ha pasado.



Pero visto desde otro cerro sí que es momento de celebrar y vanagloriarse por todo.

Porque compartimos vida. Escribo porque aún respiro y me lees porque aún respiras.


Gaudeamus pues.

Feliz álito de vida que compartimos.

Sea el día que sea.


No hay comentarios:

Publicar un comentario