Nacimiento de los pulpos

El cine también es simplemente mirar, que no es poco.
Ponerse tras la barrera y abrir bien las orejas y los ojos, que no es poco.


Sin la costumbre constante de huir de todo.
Sin la costumbre constante de defenderse de todo.
Sin la costumbre constante de juzgarlo todo.


Este privilegio de mirar sin ser visto y acercarnos a lo sagrado (lo sagrado es lo que esta vivo, es decir lo que no imita lo vivo) sólo nos es concedido cuando el realizador se hace invisible y muestra aquello que ve con el respeto con el que un admirador de la vida mostraría un trocito de vida.


Muy pocas veces se muestra con respeto el mundo del adolescente.
Elephant, Fucking Amal y Kids son joyas poco frecuentes.
Así que hay que celebrar que una mas se una al selecto grupo.

Me parece hermosa esta peli. Tranquila, sencilla y hermosa.

Con esa belleza triste del desconcierto y el adolecer del adolescente.
También me gusta mucho la torpeza natural y creíble en las digamos escenas de sexo.
Y que con simplemente recordar un momento de una película a uno le cambie para siempre la mirada de los techos.
Y esa ausencia de gente no-joven que me recuerda a los tebeos de Snoopy donde el mundo retratado era el de los niños y de la proferosa solo veiamos las piernas algunas veces.




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